Seguramente
la diseñadora belga Diane von Furstenberg estaba pensando en ella misma y en
las mujeres de todo el mundo cuando dijo esa frase. Nadie mejor que ella para saber la
complicidad entre una persona y la ropa que elige, lo que vestimos nos define. Sicológicamente está comprobado que los
colores que escogemos dicen mucho de nuestra personalidad.
Estéticamente
sabemos que nuestro estilo al vestir expresa la sensibilidad que tenemos y nuestro
estado de ánimo. Más que atinar con el
atuendo adecuado para cada ocasión, lo que escogemos delata lo que llevamos
dentro y queremos expresar consciente o inconscientemente. Alguna vez has intentado ponerte una blusa
escotada y unos jeans apretados con stilletos, si llevas una depre que te
aplasta o, de lo contrario, no se nos ocurriría vestirnos con prendas negras y holgadas
que no definen nuestra figura, si destilamos felicidad.
La
ropa es, desde que el hombre apareció en la tierra, una manera de buscar
protección: protegemos nuestros cuerpos del frío, del calor, de lo que nos
rodea. Con el transcurso del tiempo, esa
concepción, como todo, también evolucionó.
La ropa que usamos, nos ayuda a decir quienes somos, va con nosotros a
donde vayamos, siempre es la adecuada, se hace cómplice y, a veces, habla por
sí sola de nosotros mismos sin que, ni siquiera, hayamos expresado palabra
alguna.
En el
diccionario la palabra amigo se refiere a la persona que mantiene una relación
de amistad con otra persona, es quien te acompaña, alguien en quien puedes
confiar, está a tu lado en las buenas y en las malas…personalmente, no creo que
haya una mejor frase que defina la ropa que vestimos.
Fotos: Neiman Marcus
Comentarios
Publicar un comentario